Etapas del desarrollo del perro

Prenatal

Este período abarca desde la concepción hasta el nacimiento.En la etapa prenatal el desarrollo fetal está influido por una serie de estímulos como los movimientos viscerales y los diferentes niveles hormonales de su madre. Por el efecto de la exposición a los Rayos X y la utilización de productos químicos y determinados medicamentos con el fin de controlar enfermedades y parásitos.

Durante la gestación es importante asegurar una nutrición apropiada a la madre, así como, procurar que haga ejercicios y proporcionarle los cuidados y calor necesarios para que tenga un buen estado de salud. Un fuerte estrés en el último tercio de gestación puede dar lugar a un incremento de estados -capacidades de aprendizaje en la vida posterior.

Neonatal (0 a 2 semanas)

Este período abarca desde el nacimiento hasta las dos semanas.

El comportamiento del neonato es una mezcla de patrones de conducta y procesos por los cuales el animal se adapta a las condiciones postnatales que le sirven de preparación para la vida futura. El cachorro se pasa prácticamente todo el tiempo durmiendo (siendo el sueño muy importante para la estabilidad emocional.), el resto lo dedica a alimentarse. Defeca y micciona como reflejo de la estimulación lingual de la madre.

En el comportamiento neonatal se pueden distinguir cuatro etapas:

  • 1ª Etapa: Coordinación de las posiciones.
  • 2ª Etapa: Elevación.
  • 3ª Etapa: Deambulación.
  • 4ª Etapa: Orientación y respuesta a los estímulos.

Desarrollo neurológico: Los cachorros, al igual que otros mamíferos, sólo tienen parcialmente desarrollado el cerebro al nacimiento. No ven ni pueden oír y no pueden ponerse en pie, aunque con una buena estimulación maternal suelen ser muy activos tras el alumbramiento.

Un cachorro recién nacido hace pequeños desplazamientos a gatas alrededor del nido con frecuentes pausas, realizando movimientos exploratorios con la cabeza buscando las mamas de su madre merced al estímulo que supone el lamido que ésta realiza sobre él mismo y sobre sus pezones, proporcionando a los cachorros una vía de entrada olfatoria que les ayudará a descubrir sus primeros alimentos.

En esta fase Neonatal es fundamental el contacto físico con la madre.

Acicalamiento y cuidados aportados por ella, mejorando la digestión, la asimilación, la estabilidad emocional, y el desarrollo del cachorro.

La falta de efecto maternal trae como resultado:
-Una menor ganancia de peso.
-Pérdida de resistencia a enfermedades
-Incremento de la mortalidad.
-Disminución de la estabilidad emocional.

Por lo tanto es necesario ser conscientes de que la madre y el cachorro forman una unidad funcional que hay que respetar y tratar prioritaria mente durante el período de cría.

No obstante es conveniente y aconsejable, a pesar de que para los cachorros pueda suponer algo de estrés, someterlos a bajos niveles de estímulos en las edades tempranas (manejarlos, cambiar de postura, jugar, cambios de temperatura y de luces ambientales, etc.) ya que estas actividades tienen repercusiones beneficiosas en el desarrollo físico y emocional.

Emocionalmente son más estables, resisten mejor el estrés del manejo, son más exploradores, más dominantes y aprenden antes.

Transición (de 2 a 3 semanas)

En este período de transición se produce en los cachorros una rápida maduración motora y de los sentidos; desarrollando los sentidos de la vista y el oído alrededor de los 14 y 24 días respectivamente.

Comienzan a explorar e interaccionar entre ellos adquiriendo patrones de movimientoy posturas como estar sentado, en pie o caminando (entre los 15 y 23 días).

Durante esta etapa comienzan a salir fuera del nido iniciando la defecación y micción autónomos de la madre (aprox. a los 20 – 24 días).

Comienzan las primeras conductas de juego.

Socialización (semanas de la 3 a la 12)

Este período se caracteriza por el establecimiento de las relaciones sociales con otras especies incluido el hombre.

Es el período más crítico y formativo en la vida de un cachorro de perro, desarrollando con más intensidad la interacción con los otros cachorros de la camada e intensificando el juego, con lo que ponen en práctica todo un repertorio de respuestas sociales.

Estas relaciones sociales, se establecen hacia las 4-6 semanas de vida.

Aprendiendo el comportamiento agonístico agrupa: la lucha, confrontación, todas las conductas hostiles, que van desde la amenaza y el combate hasta los patrones de evitación, apaciguamiento, sumisión y/o huida, es decir la dominancia social, la sumisión, la autoestima, patrones de vocalización, asociación y formación de grupos, que influirán en los de caza, conducta sexual y maternal así como en el de territorialidad que aparecen en etapas posteriores, es a través del juego donde comienzan a verse estas conductas adultas.

La socialización hacia el hombre y el ambiente familiar se establece entre la 6ª y 12ª semanas, produciéndose el principal “apego” entre la 6ª y 8ª semanas.

El estrés emocional, como el dolor, la soledad o el miedo, facilita el apego al dueño por las recompensas afectivas.

Los cachorros que no han socializado con el ser humano, nunca serán mansos.

Es muy importante que los cachorros se relacionen con los niños en esta época, para así evitar accidentes por mordeduras a lo largo de su vida.

El principal aspecto que hay que recordar en la cría de un cachorro de perro es que “es un animal gregario y como tal tiene definida una jerarquía tanto con otros perros como con los humanos cuando se integra con ellos”.

Si los cachorros se socializan exclusivamente hacia la gente tendrán problemas para reproducirse, y si sólo son socializados con otros cachorros, privados absolutamente de contacto humano hasta la edad de 14 semanas, serán antisociales con la gente y por tanto difíciles de entrenar.

La falta de miedo a otras especies derivada de la habituación a otro animal, naturalmente tiene desventajas, pero es mejor para su vida que se habitúen a diferentes especies animales.

Este importante mecanismo fue investigado por Scott y Fuller (Genetics and the Social Behavior of the Dog 1965-1998) indicando que un cachorro tiene la tendencia a acercarse a personas o a cosas alrededor de las 5 semanas de edad, pero más tarde éste interés declina al aumentar el miedo que la experiencia sobre los nuevos estímulos le reporta.

Durante esta fase (de la 5 a la 8 semana), aparece el imprinting o impronta, que es el espacio de tiempo que transcurre entre el inicio de la madurez sensorial y la madurez de las estructuras nerviosas que controlan la respuesta del miedo frente a situaciones nuevas. En esta etapa, un cachorro puede ser fácilmente habituarlo a un rango de estímulos para prevenir incómodos temores desarrollados posteriormente.

Estos estímulos pueden ser: la televisión, una aspiradora, el teléfono, vehículos, etc. o diferentes personas de edades y sexo distintos (Un cartero, un barrendero,  etc.). De hay la importancia de enseñar a nuestros perros a gestionar estímulos negativos o adversarios.

El mejor período para hacerse con un cachorro como animal de compañía es el comprendido entre la 6ª y 12ª semana de edad, ya que parte de una experiencia social básica, está en pleno período de socialización con el ser humano y con capacidad para desarrollar un vínculo social con los humanos.

 

Juvenil

La fase juvenil que comprende desde de los 3 a los 8 meses de edad.
Aumenta la capacidad motora y las conductas que están limitadas por ella.

Entrenamiento de conductas adultas, modelo y fijación progresivas de carácter adulto.

Es una fase de socialización secundaria donde se desarrolla gradualmente la territorialidad.

Durante esta fase el dueño debe reforzar su dominancia sobre los cachorros e incrementar su socialización y sensibilidad para los estímulos que causan temor.

Adulta

En los perros se establece entre los 8 a los 12 meses de edad.

Es la fase de madurez sexual y donde se desarrollan comportamientos de cuidados maternales y de cooperación y protección.

También se ven incrementadas gradualmente las expresiones de dominancia.

Madurez

Por último la fase de madurez que corresponde a la madurez emocional y se da entre uno y dos años de edad.

Durante esta fase se da la máxima expresión de dominancia y aparecen cambios adicionales de personalidad comúnmente asociados con el incremento de dominancia.

Tras conocer las etapas que llevan a un can a la vida adulta se nos hace mucho más sencillo comprender al cachorro y que es lo que se debe enseñar en cada momento.

 

Rubén Manzano Díaz
Educador canino y Técnico en TAA

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